© Dr. José A. Callejón
Redifusión de artículo de opinión publicado en D-Lejitos:
Alligator Alcatraz: la crueldad convertida en ‘reality’ [Opinión]
A través de esta cárcel rodeada de caimanes y serpientes, el zopenco de Donald Trump pretende enviar un mensaje: el miedo como frontera, la naturaleza como amenaza, y la deshumanización como norma.
El hecho de que se haya elegido un entorno inhóspito como medida de “seguridad natural” donde no hace falta invertir en muros porque “nadie puede escapar entre caimanes y pitones” no es una solución logística, sino una declaración simbólica. Se convierte en un espectáculo de poder, donde el castigo no es solo la privación de libertad, sino el aislamiento en un paisaje hostil, como si la naturaleza misma conspirara contra quienes buscan refugio.
Además, el uso de tiendas de campaña y estructuras prefabricadas para albergar a miles de personas en condiciones climáticas extremas, con un presupuesto de 450 millones de dólares, plantea serias dudas sobre la proporcionalidad, la dignidad y el respeto a los derechos humanos. No se trata de un centro de procesamiento justo, sino de una escenografía de exclusión.
El nombre mismo, Alligator Alcatraz, revela la intención de convertir el encierro en marca, en meme. Porque es una cárcel que no solo encierra, sino que humilla. Que no solo detiene, sino que exhibe. Y eso, en una democracia debería alarmar. No se resuelve la migración con caimanes. Se resuelve con justicia, con humanidad y con políticas que reconozcan que detrás de cada número hay una historia, un rostro, una esperanza.
© Dr. José A. Callejón

